Francesca Bianchi

La búsqueda constante de materias primas de calidad es crucial para alcanzar un gran resultado. La misma fórmula realizada con materiales procedentes de diferentes proveedores resolverá un perfil olfativo diferente. Mis perfumes son concebidos en mi laboratorio en Amsterdam. Cuando la fórmula está lista, puedo finalmente ordenar las materias primas para proceder a mezclarlas. El concentrado resultante es enviado a un taller artesanal en Italia, donde se pone en alcohol y se deja envejecer para luego confeccionar el producto completo. La creación de un perfume es un proceso largo y complejo. Me lleva una vida ermitaña diseñar la fórmula que finalmente decido mezclar, conteniendo la respiración en cada gota agregada, como en un ritual sagrado. En esos momentos de éxtasis y silencio, me siento como un alquimista que -a través de un proceso de transformación- da a luz a algo totalmente nuevo, que no es la simple suma de diferentes materiales.